Hoy en día tenemos la suerte de estar permanentemente conectados al mundo: nunca antes habíamos recibido tanta cantidad de información, de tan diversos medios. Todos los días hay más de un trending topic: tenemos la posibilidad de participar en un debate a gran escala, creando un feedback constante entre el mundo y nosotros.
Uno de los trending topic necesariamente continuos trata de la eficacia de los cursos de formación. En este debate, los protagonistas debemos ser los mismos centros de formación: no como tema de discusión de otras personas y organizaciones, si no como miembros activos de él. Tal nivel de autocrítica, junto con la implantación de estrategias orientadas a mejorar es el verdadero compromiso con la formación de calidad; con el empleo.
Como centros de formación, nuestra visión ha de proyectarse en la mejora real de la cualificación de nuestros alumnos, lo que permita mejorar su empleabilidad y así reducir el nivel de paro.
Si todos los centros incluimos la autocrítica y superación constante como herramientas para lograr nuestra visión, seremos protagonistas de una política de empleo eficiente.
Porque sin duda, la formación de calidad funciona. Podemos comprobar, según las conclusiones de numerosas estadísticas, que la característica más común a todos los parados es la falta de formación, debido a que no poseen las competencias que demanda el mercado laboral. Esto lleva a que haya una excesiva sobrecualificación de las personas que sí tienen trabajo en sus ocupaciones.
Como centros, somos responsables de desarrollar la formación en la que creemos. Y, ¿cómo conseguirlo? Algunas de las medidas que propone nuestro centro son las siguientes:
- Orientación laboral y de las necesidades de formación de cada alumno.
- Innovación constante en nuestras metodologías: apuesta por las nuevas tecnologías en la educación, asegurando su uso eficiente.
- Actualización constante de los contenidos, para asegurar su correspondencia con las competencias demandadas en el mercado laboral.
- Aplicación de técnicas pedagógicas en la supervisión del servicio que se ofrece a los alumnos.
- El centro aprende del alumno: analiza qué funciona y qué está fallando en su formación y empleabilidad, para proponer soluciones.
- El centro aprende de otros centros: a través de Jornadas y Congresos de formación, se debate sobre las nuevas tendencias en educación.
Creemos que si basamos el valor de nuestros cursos en la calidad, éstos reportarán una mayor credibilidad y eficiencia: el beneficio colectivo a largo plazo será mucho más inmenso que el beneficio a corto plazo basado únicamente en intereses propios.
Seamos el cambio que queremos ver: unámonos en nuestro compromiso con el empleo.
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